LA MISIÓN DE LA IGLESIA (PARTE 2 DE 2)

II- LA EDIFICACIÓN.

1. La iglesia tiene la misión espiritual de edificar a sus miembros, para que así estén en capacidad de vivir la vida cristiana y predicar el evangelio a otros. El Espíritu Santo reparte dones y organiza ministerios y operaciones dentro de su pueblo como a él le place (1Corintios 12:1-11).
2. En la iglesia hay apóstoles (los 12 de Jesucristo), profetas (Los del nuevo testamento), evangelista, pastores y maestros que son elegidos por la iglesia para cumplir con esta sagrada labor de edificar el cuerpo de Cristo (Efesios 4:11-16).
3. Jesucristo dijo que cuando una persona se convierte en su discípulo, hay que enseñarle que guarde “Todas las cosas que yo os he mandado” (Mateo 28:20). Primero hay que darle al recién nacido en la fe la leche espiritual no adulterada (1Pedro 2:1,2) y luego cuando crece, alimento sólido, hasta convertirse en un maestro (Hebreos 5:11-14).

III- LA BENEVOLENCIA (AYUDAR A LOS SANTOS EN SUS NECESIDADES).

1. La benevolencia, limitada a los santos es un aspecto de la misión de la iglesia que está claramente establecido en las escrituras (Romanos 15:25-27; 1Corintios 16:1-4). Es la manifestación física del amor fraternal y parte esencial de la comunión (2Corintios 9:8-12). Los santos son los que han aceptado a Cristo, se han bautizado para el perdón de sus pecados y viven una vida apartada del mal y consagrada al servicio a Dios (1Corintios 1:1,2; 1Pedro 1:15,16; Hebreos 12:14)
2. Las ofrendar voluntarias fueron el medio usado por Dios para suplir necesidades dentro de su pueblo desde el comienzo mismo de la iglesia (Hechos 4:32-37; 11:27-30). El objetivo es que haya igualdad dentro del pueblo de Dios (2 Corintios 8:13-15).

Como puede verse, Dios ha especificado muy claramente lo que desea que la iglesia haga. Los hombres, por su parte, han convertido las iglesias en centros de recreo, clubes sociales, centros de asistencia y ayuda comunitaria y muchas otras cosas. Todo sin el consentimiento de Dios.

HAGAMOS LAS COSAS COMO DIOS NOS MANDA Y SIEMPRE SEREMOS BENDECIDOS POR ÉL.