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jueves, 6 de agosto de 2009

¿QUÉ DICE UNA ENCUESTA GALLUP SOBRE LA CORRUPCIÓN

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El 52.5% de los dominicanos considera a los partidos políticos como la institución más corrupta, de acuerdo con datos del “Estudio de percepción de la corrupción de hogares de la República Dominicana”, dado a conocer este miércoles por un grupo de entidades.

La justicia (49.8%) y la Policía (44.6%) ocupan el segundo y tercer lugar, respectivamente.

Según el estudio, realizado por la Asociación de Jóvenes Empresarios (ANJE), la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), el Consejo Estratégico de Santiago (CEDES), el Espacio de Coordinación de la Lucha contra la Corrupción, las iglesias Asambleas de Dios, Casa de Zión y de Dios, el Congreso de la República y la Dirección Nacional de Persecución de la Corrupción figuran en el cuarto y quinto lugar.

La Presidencia de la República, los ayuntamientos, las fiscalías, la Secretaría de Estado de Obras Públicas, las Fuerzas Armadas, las organizaciones sin fines de lucro, la Dirección de Impuestos Internos y la Junta Central Electoral también se encuentran dentro de las entidades consideradas corruptas.

El estudio revela, además, que el 81.8% de los encuestados considera al país corrupto o muy corrupto.

“Esta percepción guarda consonancia con los niveles reportados en el informe de Transparencia Internacional que califica al país con un 3, equivalente a corrupción rampante”, dice el reporte.

A juicio de los encuestados, la corrupción ocupa el segundo lugar (26.8%) de los problemas que afectan el desarrollo del país.

“Sin embargo, 94.4% de las víctimas de corrupción no lo denunció. 42.6% admitió no denunciar porque estaba recibiendo un beneficio de la corrupción, 18% dijo que no sabía dónde ni cómo hacerlo, y 15.1%, porque podía haber represalias”, indica.

La investigación, realizada por la Gallup Dominicana, contó con los auspicios de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

COMENTARIOS MIOS.

La Biblia dice: "No se engañen ustedes mismos, porque de Dios no se burla nadie. Uno cosecha lo que siembra. Quienes siembran únicamente para complacer su naturaleza carnal sólo consecharán de ella la destrucción eterna. Pero el que siembra para agradar al Espíritu, cosechará la vida eterna.".
Entiendo que como nación (En sentido general) estamos cosechando lo que por años hemos venido sembrando. Nuestro falta de temor a Dios y de amor al prójimo, nos ha llevado a un estado de anarquía. Por ejemplo, al conducir, no queremos respetar los derechos ajenos. Si nos toca hacer una fila, queremos ver si encontramos la forma de no hacerlo. Si se trata de los servicios o los impuestos, no los pagamos o los pagamos incompletos. Si alguien nos vende un artículo por debajo de su precio de mercado, aunque sepamos que ha sido robado, muchos lo compran. La piratería es pública, y a veces, hasta para parquear un vehículo en un calle, hay que pagarle a un individuo que entiende que ese espacio es de él.
Eso y mucho más lo hemos venido tolerando y practicando, no todos y cada uno, pero un porcentaje muy elevado de la sociedad, al punto que se ha vuelto todo muy legal.
Luego, dice esta encuesta que los políticos son los principales corruptos. ¡Claro que hay muchos de ellos que los son!, pero estamos muy entrenados para ver la paja en el ojo del hermano y no alcanzamos a ver la viga que está en nuestro propio ojo (Mateo 7:1-4).
Dice la encuesta que un 42.6% de los encuestados dice que no denuncia la corrupción, porque se beneficia en alguna medida de ella.
Hay muchos programas y muchos esfuerzos que se pueden desplegar para amortiguar este mal en la nación, pero todo son solo una aspirina a un enfermo de cáncer.
Si queremos acabar con este mal, hay que empezar a combatirla dentro de nosotros mismos. Jesucristo nos ofrece la ayuda para la verdadera transformación, la que es desde adentro hacia afuera: "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es...(2Corintios 5:17). Una vez que Cristo entra en la vida de una persona, ya no hay que decirle que no se coma el semáforo en rojo, que deje pasar al peatón, que no se robe el cable, que pague sus impuestos, que respete la pareja de su prójimo, que haga negocios legales y con competencia leal, que no use esteroides, que no difame a su prójimo, y un largo etcétera, porque en Cristo aprendemos una nueva forma de vivir, amando y sirviendo a los demás (Efesios 4:20-25).