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martes, 24 de noviembre de 2009

ME QUIERO CASAR (2 DE 3)


Cualidades que debe tener la persona con quien me quiero casar:


Debe gustarme. Sin embargo no se debe poner mucho énfasis en eso, porque engañosa es la gracia y vana la hermosura (Proverbios 31:30; 11:22). Si hacemos nuestra elección de pareja basándonos principalmente en la atracción física podríamos ser defraudados muy prontamente. Lea estos proverbio que son dignos de tomar en cuenta sin distinción de sexo (Proverbios 14:1; 21:9, 19).



Debe tener un proyecto de vida definido y compatible con el tuyo. Cuando nos casamos es para estar juntos. De hecho Dios no quiere que nos separemos por mucho tiempo (1Corintios 7:5). Por eso al escoger pareja asegúrate que entiende para que Dios le ha llamada y que desee vivir en el mismo sitio que tu aspiras vivir. A veces pasa que las parejas casadas se separan por periodos largos de tiempo que crean oportunidades para que Satanás los tiende. Muchas veces esto sucede porque sus agendas van por distintos caminos y esto lleva a distintos lugares físicos. Elije una pareja para la cual Cristo y su reino sean lo primero (Mateo 6:33) para que puedan desarrollar el propósito de Dios juntos y no tengas que cargar pesado con alguien que tiene prioridades distingas a las tuyas. (Considerar como ejemplo el caso de la mujer de Lot en Génesis 19).


Debe ser una persona de buen carácter. La Biblia enseña que la ira, el enojo, el rencor, la malicia, etc. Envenenan nuestro alma y entristecen al Espíritu Santo. La bondad, la misericordia, la capacidad de perdonar y otras buenas características son las que deben estar en nuestras vidas para que el Espíritu Santo dirija nuestros futuros hogares (Efesios 4:30-31). Cuídese de la persona exageradamente posesiva (celosa), temperamentales, egocéntricos y mal humorados (Santiago 1:8; 4:8). Vigile los comportamientos inmaduros y los socialmente inadaptados. Pueden esconder problemas de su niñez no superados. Por eso es bueno que usted conozca los padres y vea como su prospecto se comporta con ellos, y considere igualmente si viene de un hogar feliz o infeliz, con muchos o pocos conflictos, con mucha o poca disciplina, con mucho o poco afecto. Considere seriamente que la manera como él o ella convive con su familia es posiblemente la forma en que convivirá con usted.


Haga con su partido un test para ver como está su autoestima.
•La autoestima es la valoración que tenemos de nosotros mismos. Si no nos amamos a nosotros mismo, seremos incapaces de amar a otros. Si no nos respetamos a nosotros mismos, tampoco lo haremos a otros.
No se case con una persona para que le haga feliz. Un matrimonio feliz se logra cuando dos personas que son felices siendo solteras, deciden juntarse para compartir su felicidad.

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