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jueves, 11 de marzo de 2010

LA IMPORTANCIA DE APRENDER LAS LECCIONES (PARTE 2)



En un artículo anterior referiamos que el pueblo de Israel repitió muchas veces sus desgracias por no aprender de ellas. También que una persona se puede pasar gran parte de su vida cometiendo los mismo errores y obteniendo resultados negativos, y esto sin detenerse a preguntarse ¿Por qué me pasa esto? ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Cuales ajustes debo hacer para obtener el resultado que espero?, etc. Leí una vez lo siguiente: "Experiencia no es lo que te pasa, sino lo que haces con ello"


En Chile tenemos un caso interesante para aprender. Un terremoto de más de 8 grados en la escala de Richter y sin embargo el número de fatalidades ronda apenas las 1000 pesonas. Es una tragedia que muera una sola persona. Es una gran tragedia que mueran casi 1000 personas. Pero lo destacable en medio de todo este sufrimiento es que pudo haber sido mucho peor. Con un terremoto de esa magnitud (Escuche dicir que fue 50 veces más fuerte que el de Haití), en cualquier otro país los muertos se hubieran contado por docena de miles. Gracias a Dios en Chile no sucedió así, aunque los daños materiales sobre pasan los 30 mil millones de dólares, pero lo material se recupera; la vida NO.


¿Cuál es el motivo principal por lo que esto no fue peor?. La razón que se ha ofrecido hasta ahora es que en el año 1960 Chile fue afectado por un gran terremoto, seguido de varias replicas muy fuertes. Desde entonces, ellos entendiendo que debían adecuar su legislación para exigir edificaciones antisismicas, y debían entrenar a su nación para que supiera qué hacer en estos casos. Igualmente entrenaron un personal para hacer frente a estas emergencia y se dotaron de equipos y herramientas necesarias para trabajar en estos casos.

La Gracia de Dios primero y luego la previsión de los seres humanos, minimizó la cantidad de victimas fatales. En pocas palabras: CHILE APRENDIÓ LA LECCIÓN.


En terminos espirituales nosotros deberíamos también apreder las lecciones, porque en cada cosa que nos pasa, Dios quiere decirnos y enseñarnos algo. La capacidad espiritual de ser reflexivo es propia de los corazones arrepentidos, a los cuales Dios guia.


"Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová y tú perdonaste la maldad de mi pecado...Tu erés mi refugio, me guardaras de la angustía; con cánticos de liberación me rodearás.

TE HARÉ ENTENDER, Y TE ENSEÑARÉ EL CAMINO EN QUE DEBES ANDAR, sobre tí fijaré mis ojos.

No seas como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, Que han de ser sujetados con cabestro y con freno, Porque si no, no se acercan a ti"

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