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martes, 1 de junio de 2010

¿Buena Suerte? ¿Mala Suerte? ¿Quién Sabe?

¿Buena Suerte? ¿Mala Suerte? ¿Quién Sabe?



LECTURA

Romanos 8:28

Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.



REFLEXIÓN

¿Buena Suerte? ¿Mala Suerte? ¿Quién Sabe?

Una historia china habla de un anciano labrador que tenía un viejo caballo para cultivar sus campos. Un día, el caballo escapó a las montañas. Cuando los vecinos del labrador le dijeron que mala suerte tenía por perder el caballo, él les replicó: ¿Buena Suerte? ¿Mala Suerte? ¿Quién Sabe?


Una semana después el caballo volvió trayendo consigo una manada de caballos salvajes. Entonces sus vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte y este les respondió: ¿Buena Suerte? ¿Mala Suerte? ¿Quién Sabe?


Cuando el hijo del labrador intentó domar uno de aquellos caballos salvajes, se cayó y se rompió una pierna. Todo el mundo consideró esto como una desgracia. No así el labrador, quien se limitó a decir: ¿Buena Suerte? ¿Mala Suerte? ¿Quién Sabe?


Unas semanas más tarde, el ejército entró en el poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota, lo dejaron tranquilo. Había sido… ¿Buena Suerte? ¿Mala Suerte? ¿Quién Sabe?


Todo lo que a primera vista parece contratiempo puede ser un disfraz del bien. Y lo que parece bueno a primera vista puede ser realmente dañino. Así pues, será postura sabia que dejemos a Dios decidir lo que es buena y mala suerte, y le agradezcamos que todas las cosas se conviertan en bien para los que le aman.


Esta reflexión me fue enviada por el hermano Chico (Eddy Ramirez)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si nosotros pudieramos ver desde arriba como terminarían las cosas, probablemente elegiríamos lo que Dios eligió para nosotros.
Lo que él determine para nosotros, siempre será lo mejor.

Ingrid