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viernes, 25 de junio de 2010

COMO LOS MUERTOS ENTIERRAN A SUS MUERTOS


La forma en que una sociedad entierra a sus muertos, es muestra de sus creencias sobre la vida y el más allá. Si no respetemos a los muertos, menospreciamos la vida.
Por ejemplo, Abraham a la muerte de su esposa Sara, mostró gran respeto por el cuerpo de la difunta, y buscó la manera más digna de sepultarla. Génesis 23:1-4 "Fue la vida de Sara ciento veintisiete años; tantos fueron los años de la vida de Sara. Y murió Sara en Quiriat-arba, que es Hebrón, en la tierra de Canaán; y vino Abraham a hacer duelo por Sara, y a llorarla. Y se levantó Abraham de delante de su muerta, y habló a los hijos de Het, diciendo: Extranjero y forastero soy entre vosotros; dadme propiedad para sepultura entre vosotros, y sepultaré mi muerta de delante de mí." Finalmente compró la cueva de macpela, donde sepultó a Sara, y donde él mismo fue sepultado. Génesis 25: 7-10 dice: "Y estos fueron los días de vida que vivió Abraham: ciento setenta y cinco años. Y exhaló el espíritu, y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de días y fué unido á su pueblo. Y sepultáronlo Isaac é Ismael sus hijos en la cueva de Macpela, en la heredad de Ephrón, hijo de Zoar Hetheo, que está enfrente de Mamre; Heredad que compró Abraham de los hijos de Heth; allí fué Abraham sepultado, y Sara su mujer.
Jacob por su parte, conciente de que la hora de su muerte se acercaba, pidió a su hijo José que lo enterrará junto a sus antepasados en la cueva de Macpela: Genesis 48:1-10 dice: "Cayó José sobre el rostro de su padre y lloró sobre él y le besó. Mandó José a los médicos que tenía a su servicio embalsamar a su padre, y los médicos embalsamaron a Israel, empleando en ello cuarenta días, que es el tiempo que se emplea para embalsamar. Los egipcios hicieron duelo por él durante sesenta días. Pasados los días del duelo, habló José a las gentes de la casa del faraón, diciéndoles: “Si he hallado gracia a vuestros ojos, haced llegar esto, os lo ruego, a oídos del faraón.
Mi padre me hizo jurar diciendo: Voy a morir; sepúltame en la sepultura que tengo en la tierra de Canaán. Que me permita, pues, subir a sepultar a mi padre, y volveré.” Y le contestó el faraón: “Sube y sepulta a tu padre, según tu juramento.” Subió, pues, José a sepultar a su padre, y subieron con él todos los servidores del faraón, los ancianos de su casa y los ancianos de la tierra de Egipto, toda la casa de José, sus hermanos y la casa de su padre, no dejando en la tierra de Gosén más que a los niños, las ovejas y los bueyes. José llevaba consigo carros y caballeros; así que el cortejo era muy grande. Llegados a la era de Atad, que está al otro lado del Jordán, hicieron allí muy grande llanto e hizo José un duelo de siete días por su padre."
José mismo, antes de morir, dió mandamientos sobre sus restos, e hizo jurar a los jefes de tribus que llevarían su cuerpo a la tierra prometida, lo cual hicieron siglos después (Hebreos 11:22).
Queda pues, bastante claro, que los hombres de Dios, sentían respeto por sus muertos, lo lloraban, hacían duelo por ellos y los enterraban con dignidad. Lo hacían así porque sabían que habría una resurrección de los muertos, y expresaban su fe en la vida en el más allá, tratando con respeto y cuidado el cuerpo del difunto. 1 Tesalonicenses 4:16 dice: "Porque el mismo Señor con aclamación, con voz de arcángel, y coCursivan trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero".
Es muy contrastante ese respeto que los hombre y mujeres de Dios sentían por los difuntos, a lo que vemos que se práctica hoy en nuestro país y en muchos otros países del mundo. Veamos algunos ejemplos:
1. El estado de la mayoría de los cementerios es realmente deprimente. Lo que uno puede ver es un descuido casi total. Algunos son usados hasta para talleres de vehículos u otros oficios profanadores.
2. El vandalismo es el pan nuestro de cada día de muchos de nuestros cementerios, donde la gente no puede visitar la tumba de su difunto sin temor de ser atracado o dañado de alguna manera.
3. La forma en que se manejan los restos de las personas que hace tiempo fallecieron es lastimoso para la dignidad humana.
4. Si la caja donde se va a enterrar la persona tiene un valor de cierta importancia, entonces hay que romper la caja, aun con el difunto dentro, porque de lo contrario se corre el riesgo de que en la noche te roben la caja y dejen el cuerpo tirado a la intemperie.
5. Se venden velas, flores, floreros y otros artículos en los cementerios, en particular en el llamado día de los fieles difuntos, que aquí se celebra el 2 de Noviembre, convirtiendo aquel lugar en un mercado público.
6. Los funerales son otro lugar donde se manifiesta el poco respeto que se le tiene a la muerte, a Dios, al difunto y a sus familiares. Algunos toman el lugar del funeral para hacer cuentos, tomar alcohol y jugar dominó.
7. Una extraña cultura que nos invade recientemente, es la de poner la música que al difunto le gustaba, y esto en un volumen alto y celebrar en vez de llorar.
8. Llevar el cuerpo en un carro fúnebre conducido a alta velocidad.
9. Otra costumbre que se practica aquí y en otros países del mundo es la cremación (quemar el cuerpo del difunto). Es una costumbre cada vez más popular, porque resulta más económica que enterrar. En casos de peligros de epidemias no veo que sea malo hacerlo, o en algún otro caso que esté justificado, pero tomar las cenizas del muerto y ponerla en un frasco de cristal en la sala de la casa no es una costumbre que se practicara en la Biblia. El cuerpo de Saúl y de otros hombres fue cromado, pero sus cenizas fueron luego enterradas (1 Samuel 31).
10. Finalmente hay una horrenda costumbre de factura internacional, la cual es la plastificación de cuerpo, que consiste en retirar los líquidos y la grasa del cuerpo y rellenar con platico. Algunos hasta hacen exhibiciones de cuerpos muertos, lo cual es un espectáculo deprimente.
Todas estas costumbres y otras que no se han tocado aquí, tiene que ver con una materialización de las creencias y una perdida de fe de la gente en la vida espiritual.
Es triste para mí ver como nuestro pueblo trata a sus muertos, porque eso me da un indicador de como está su fe en Dios, la Biblia y la vida después de la muerte.
"No os asombréis de esto, porque llegará la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz;
y los que hicieron lo bueno saldrán a resurrección de vida; pero los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.
" (Juan 5:28,29)

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