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viernes, 20 de agosto de 2010

MÁS QUE VENCEDORES EN CRISTO ( 1 de 2)

En romanos 8:35-38 dice: "¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.".
¿Qué podemos hacer para que situaciones tan dificiles como las tribulaciones, angustias, persecuciones y otras no nos separen del amor de Cristo? ¿Qué puede hacer un cristiano para no terminar claudicando como tantos otros los han hecho?. A continuación una serie de propuestas que nos pueden convertir en más que vencedores en Cristo.

I- Tenga determinación. hágase el propósito de que va a seguir a Cristo hasta el fin no importa lo que venga a su vida. De seguro pasaran muchas cosas dificiles de sobre llevar, pero recuerde que Dios no le ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor, y de dominio propio (2Timoteo 1:7).

II- No acepte la mediocridad como parte de su vida. Cuando los Israelitas fueron a conquistar la tierra de canaán, La tribu de Judá expulsó a los que moraban en la parte de la tierra que le correspondía. Ellos expulsaron los de las montañas, pero no pudieron hacer lo mismo con lo de los llanos. Se acostumbraron a vivir con esas personas allí y le fueron por tropiezo en sus vidas materiales y espirituales (Ver Jueces 1:18,19; 2:3). Siga usted luchando contra ese vicio, contra eso que no agrada a Dios en su vida, no lo acepte en su territorio, ni se conforme con decir que ha dejado atrás muchas cosas, cuando faltan otras por dejar. Permanezca parado por dentro (2 Corintios 4:7-9). Expulse los de las montañas y también los de los llanos. Recuerde que Cristo vino para darle vida abundante, no se conforme con menos que eso (Juan 10:10).

III- Aprenda del pasado, pero no se revuelque en él. Samuel estuvo llorando por Saúl, quien había sido su pupilo, al cual él había ungido, pero Jehová lo había desechado por rebelde y obstinado. Mientras Samuel lloraba, el Señor le llamó la atención y le dijo que ya estaba bueno, que en lugar de llorar fuera a ungir al que sería el nuevo rey: DAVID. Éste se convirtió en el más excelso de los reyes de la tierra (Salmos 89:27). Un hombre conforme al corazón de Dios (Ver 1Samuel 16). ¿Cuantas veces estamos llorando por Saúl (Algo que no vale la pena), mientras perdemos la oportunidad de ir a ungir a David (Una mucho mejor). Así que recuerde que Dios siempre tiene un mejor plan. Para nosotros puede ser el plan B, pero para Dios siempre fue el A. Así que haga como Pablo, que olvidaba lo que quedaba atrás y se extendía hacia lo que tenia adelante (Filipenses 3:13-15).

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