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martes, 10 de abril de 2018

¿QUE DICE LA BIBLIA DE LA MIGRACION?




"Los migrantes son personas que eligen trasladarse de su país de origen a otro principalmente para mejorar sus vidas, para encontrar trabajo mejores trabajos o educación, por reunificación familiar, etc. Pero que siguen recibiendo la protección de su gobierno o país de origen. Se les puede comparar con un hijo que se va de la casa voluntariamente, pero que puede regresar cuando quiera.
El pueblo de Israel fue extranjero en Egipto. Noemí emigró con su familia a Moab donde lo perdió todo (Ver libro de Ruth).. Los padres de Cristo lo tuvieron que llevar a Egipto como refugiado huyendo de Herodes el grande. Es decir, que hay muchos ejemplos Bíblicos de emigraciones.
En República Dominicana, según una encueta, la población de inmigrantes y de descendientes de inmigrantes asciende a 768,783 personas, representando esta cifra el 7.9 por ciento de la población total que vive en el país.
La encuesta resaltó la presencia en el país de inmigrantes de 60 países, teniendo la mayor presencia, Haití (668,145 Un 87%), Estados Unidos (13,514 (Un 2%), España (6,720), Puerto Rico (4,416), Italia (4,040), China (3,643), Francia (3,599), Venezuela (3,434), Cuba (3,145), Colombia (2,738) y Alemania (1,792). Hay un porcentaje creciente de venezolanos y puertorriqueños.
Ciento sesenta países, incluyendo la República Dominicana, una abrumadora mayoría entre las 194 naciones del conglomerado mundial, no conceden ciudadanía automática a los hijos de inmigrantes ilegales, ningún Estado europeo consiente ese beneficio y solo Estados Unidos y Canadá, del conjunto de las 31 economías más avanzadas de la tierra, otorgan ese privilegio.
En el caso de la República Dominicana, la Constitución proclamada el 26 de enero de 2010 establece, en el numeral 3 del artículo 18, que la condición de ciudadanía la adquieren “Las personas nacidas en territorio nacional, con excepción de los hijos e hijas de extranjeros miembros de legaciones diplomáticas y consulares, de extranjeros que se hallen en tránsito o residan ilegalmente en territorio dominicano.
PRINCIPIOS BIBLICOS A TOMAR EN CUENTA SOBRE LA INMIGRACION.
1.   Dios no hace acepción de personas. “Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas,  sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.” (Hechos 10:34-35).
2.      Pero no olvidemos que Dios es el creador de las razas, los idiomas y de las fronteras. “En ese entonces se hablaba un solo idioma en toda la tierra. Al emigrar al oriente, la gente encontró una llanura en la región de Sinar, y allí se asentaron.  Un día se dijeron unos a otros: «Vamos a hacer ladrillos, y a cocerlos al fuego». Fue así como usaron ladrillos en vez de piedras, y asfalto en vez de mezcla.  Luego dijeron: «Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. De ese modo nos haremos famosos y evitaremos ser dispersados por toda la tierra».  Pero el Señor bajó para observar la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, y se dijo: «Todos forman un solo pueblo y hablan un solo idioma; esto es solo el comienzo de sus obras, y todo lo que se propongan lo podrán lograr.  Será mejor que bajemos a confundir su idioma, para que ya no se entiendan entre ellos mismos». De esta manera el Señor los dispersó desde allí por toda la tierra, y por lo tanto dejaron de construir la ciudad Por eso a la ciudad se le llamó Babel, porque fue allí donde el Señor confundió el idioma de toda la gente de la tierra, y de donde los dispersó por todo el mundo. (Génesis 11:1-9).  Esto nos recuerda que el Señor es el creador de toda la raza humana y también el formador de los países y las fronteras. De un solo hombre hizo todas las naciones para que habitaran toda la tierra; y determinó los períodos de su historia y las fronteras de sus territorios.  Esto lo hizo Dios para que todos lo busquen y, aunque sea a tientas, lo encuentren. En verdad, él no está lejos de ninguno de nosotros,  “puesto que en él vivimos, nos movemos y existimos”” (Hechos 17:26-28).
3.      La Biblia no está de acuerdo con la inmigración ilegal ni con nada que viole la ley. "Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos; como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios" (1ª Pedro 2:13 – 16)
4.      Solo se nos autoriza violar las leyes civiles, cuando contradicen las divinas (Hechos 5:29 “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.”. En casos como cuando se nos prohíbe predicar el evangelio.
5.      Por encima de los aspectos legales, todo inmigrante es un ser humano y como ser humano merece y le debemos amor. “ Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.” (Marcos 12:30-31). Debemos percibir a Dios como el Padre de la raza humana y  el mundo como nuestra patria.
6.      Debe ser tratado con justicia y respeto. “Pues el Señor tu Dios es Dios de dioses y Señor de señores. Él es el gran Dios, poderoso e imponente, que no muestra parcialidad y no acepta sobornos.  Se asegura que los huérfanos y las viudas reciban justicia. Les demuestra amor a los extranjeros que viven en medio de ti y les da ropa y alimentos.  Así que tú también tienes que demostrar amor a los extranjeros porque tú mismo una vez fuiste extranjero en la tierra de Egipto.” (Deuteronomio 10:17-19)… Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; Mateo 25:35